Sintiendo tu beso...

Ya que hay dos tipos de belleza para mí y que de una de ellas hemos visto muchas demostraciones en entradas anteriores, y que mis modelos de experimentos están de vacaciones, he decidido dedicar esta entrada a “la otra belleza”: La literatura.

En otra entrada le dedique un espacio a un poemilla y esta vez quería dedicarle unas líneas a un relatillo corto, que espero os guste y os deje la misma sensación que a mí me dejó:

Sintiendo tu beso

Desde el puente se podía ver la cascada, era pequeña y salía de entre los arboles como por arte de magia, así, tranquila, irrumpiendo en la naturaleza con una gracia casi divina. Ese paisaje tan bucólico me hacía sentir una paz inigualable, era como si de repente flotase sobre el mundo y en el tiempo. El agua de la cascada bajaba limpia para golpear con fuerza contra unas pequeñas rocas que azarosamente estaban colocadas bajo ella. Me sentía feliz.

A pesar de lo bien que me sentía notaba algo raro, tenía una sensación extraña, como si no escuchara nada a mi alrededor, yo veía, me sentía feliz, pero la sensación de extrañeza seguía ahí. Me sentía de algún modo intrusa en aquel sitio.

La estampa era preciosa, yo casi encima de la cascada. A lo lejos sobre el viejo puente él sonreía con su sonrisa casi perfecta sosteniendo la cámara entre sus manos.

Más tarde irrumpimos en la habitación por dos portalones blancos, gigantescos y adornados con filos de color dorado. Pronto nos encontrábamos sobre el sofá de estilo dieciochesco, frente a frente, mis ojos descubriendo los suyos tan cerca que podía sentirlo respirar. Mi boca sentía su piel caliente, tramo a tramo, paso a paso… y de repente un beso. Sentí sus labios, lo sentí a él hasta que algo me lo arrebató.

Era por la mañana, me levanté somnolienta y desorientada. Miré por mi ventana y a pesar de que era de día la pequeña farola que daba a mi habitación aún estaba encendida, era la única que permanecía encendida, se resistía a extinguirse.

Haciéndome el desayuno me sobrevino una extraña sensación… lo recordé. Todavía quedaba en mis labios aquel beso, la sensación de una piel caliente y de sus gruesos labios, pero ¿Cómo era posible? ¿Cómo pude haber sentido un beso si estaba soñando? ¿Cuál era ese extraño lugar con tanta paz?

Aún no sé quien era él ni a que sitio me llevó, pero el tacto de su piel y el sabor de su beso siguen vivos en mí. Ya ni tan siquiera me intento explicar lo extraño de esa situación, tan sólo espero que alguna noche entre sueños aparezca y me vuelva a llevar a aquel sitio donde reina la paz de sus besos.

¿Qué tal, os ha gustado? Espero que sí. Y como la cosa va de besos y sin fotos me quedaba un poco sosa la entrada, vamos a adornarla con "besos de películas", ahí van los mas memorables tanto nacionales como internacionales:

Bueno no quiero irme sin decirle a “MIS MODELOS” que espero ansiosa a volver experimentar pronto con ell@s y sobre todo, una vez más, darles las gracias por prestarse siempre, para mí TOD@S  los que están en este blog son muy importantes y sin ellos no podría llevarlo a cabo. Y como no porque con cada uno de esos experimentos me han hecho disfrutar con aquello que tanto me gusta, por ello siempre elijo para mis entradas de lo bueno lo mejor, y USTEDES LO SOIS…Mil gracias: Rocío, Belén, Peri, Fede, Omayra, Patri y toda una larga lista de gente que está ahí.